La Coronilla de la Divina Misericordia
Cómo rezar la coronilla de
la DIVINA MISERICORDIA:
La coronilla de la Divina
Misericordia es rezada, usando un Rosario común, de cinco decenas. La coronilla
de la Divina Misericordia es precedida por dos oraciones de apertura, del
diario de Santa Faustina y seguida por una oración final.
Cruz: haga la Señal de la
Cruz
En el Nombre del Padre, del
Hijo y del Espíritu Santo. Amén
1. En la cuenta grande: Inicio (2 opcional Oraciones)
Expiraste Jesús, pero la fuente de la vida brotó para las almas y
un océano de misericordia se abrió para el mundo entero. Oh Fuente de Vida,
Misericordia Divina inagotable, envuelve a todo el mundo y vacíate sobre
nosotros.
Oh
Sangre y Agua que brotaron del Corazón de Jesús como una fuente de Misericordia
para nosotros, Jesús en ti confío.
1. Cuenta pequeña: Padre Nuestro
Padre Nuestro que estás en los Cielos,
santificado sea Tú Nombre, venga a nosotros Tú Reino, hágase Tú Voluntad así en
la Tierra como en el Cielo.
Danos hoy el pan de cada día, perdona nuestras ofensas
como nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en tentación
y líbranos del mal. Amén.
1. Cuenta pequeña: Ave María
Dios
te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre
todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa
María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de
nuestra muerte. Amén.
1. Cuenta pequeña: Credo
Creo
en Dios Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra y en Jesucristo,
su único Hijo, Señor Nuestro, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu
Santo, nació de Santa María la Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilatos,
fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos y resucitó al
tercer día, subió a los cielos, donde está sentado a la derecha del Padre y
desde ahí vendrá con Gloria a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu
Santo, la Santa Iglesia Católica, en la comunión de los santos, el perdón de
los pecados, la resurrección de la carne y en la vida eterna. Amén
En
las cinco cuentas grandes de cada decena:
Padre
Eterno, te ofrezco el cuerpo, sangre, alma y divinidad de Tú Amadísimo Hijo,
Nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo
entero.
En
las 10 cuentas pequeñas de cada decena:
Por su
dolorosa pasión, ten Misericordia de nosotros y del mundo entero.
Terminar con Santo Dios (Repetir 3 veces)
(Donde normalmente rezamos el “Gloria al Padre, gloria al Hijo y
gloria al Espíritu Santo…”)
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y
del mundo entero.
Oración final (opcional)
Eterno Dios, en quién la misericordia es infinita y el tesoro de
compasión inagotable, Míranos compasivamente y aumenta tu misericordia en
nosotros. Que en los momentos difíciles, no nos desesperemos, ni nos
desalentemos, pero con gran confianza, nos sometamos a tu Santa Voluntad, que
es el amor y la misericordia en sí misma. Amén.
El Santo
Rosario (tradicional)
Las 15 promesas de Nuestra Señora a los cristianos que rezan el
Santo Rosario:
1.
Todo aquel que Me sirve fielmente rezando el Rosario, recibirá
señales de gracias.
2.
Yo prometo Mi especial protección y las mayores gracias a aquellos
que rezan el Rosario.
3.
El Rosario será un arma poderosa contra el infierno, destruirá los
vicios, disminuirá el pecado y vencerá las herejías.
4.
El hará que las virtudes y las buenas costumbres florezcan;
obtendrá para las almas una gran misericordia de Dios; librará el corazón de
los hombres del amor por el mundo y sus vanidades y los levantará para el deseo
de las cosas eternas.
5.
El alma que se encomienda a Mí con el rezo del Rosario, no
perecerá.
6.
Todo aquel que reza el Rosario devotamente, aplicándose a la
consideración de sus Sagrados misterios, nunca será dominado por la desgracia.
Dios no lo va a castigar con Su justicia, no perecerá de una muerte imprevista,
si fuese justo, permanecerá en la gracia de Dios y se volverá digno de la vida
eterna.
7.
Todo aquel que tuviera una verdadera devoción al Rosario, no
morirá sin los Sacramentos de la Iglesia.
8.
Aquellos que fuesen fieles al rezo del Rosario, tendrán durante su
vida y en la hora de su muerte, la luz de Dios y la plenitud de sus gracias y
en el momento de la muerte, ellos participarán en los méritos de los Santos en
el Paraíso.
9.
Yo libraré del Purgatorio, a aquellos que se dicaren devotamente
al Rosario.
10.
Los hijos fieles al Rosario merecerán un alto grado de gloria en
el Cielo.
11.
Ustedes obtendrán todo lo que pidan a Mí con el rezo del Rosario.
12.
Todos aquellos que propaguen Mi Rosario serán socorridos por Mi,
en sus necesidades.
1.
Yo conseguiré de Mi Divino Hijo, que todos los defensores del
Rosario tendrán como intercesores, toda la corte celestial en vida y en la hora
de la muerte.
2.
Todos los que recen el Rosario, son Mis hijos y hermanos de Mi
único Hijo, Jesucristo.
3.
La devoción a Mi Rosario, es una gran señal de predestinación.
¡Prepárese
para una buena confesión!
Examen de
conciencia para adultos
Creo en un Salvador que Me
ama, que perdona mis pecados y que me da la gracia de volverme santo.
Jesucristo, a través del ministerio de Sus sacerdotes, hace ambas cosas en el
Sacramento de la Penitencia.
“Así como el Padre Me
envió, también Yo os envío…Recibid el Espíritu Santo. A quien le perdonareis
los pecados, les serán perdonados, a quién se los retuviereis les serán
retenidos.” (Juan 20, 21-23)
“Aunque tus pecados sean
como escarlata, quedarán blancos como la nieve.” (Isaías 1, 18)
“No vine a llamar a los
justos, sino a los pecadores.” (Mateo 9, 13)
“Los hombres reciben de
Dios un poder que no fue dado a los ángeles ni a los arcángeles. Nunca fue
dicho a los espíritus celestes, “lo que atareis o desatareis en la tierra será
atado o desatado en el Cielo.” Los príncipes de este mundo solo pueden atar y
desatar el cuerpo, el poder del Sacerdote va más allá, alcanza el alma y se
ejerce no solo al bautizar, pero aún más en perdonar los pecados. No lo
olvidemos pues, al confesar nuestras faltas. Quien se avergüenza de revelar sus
pecados a un hombre y no los confiesa, será avergonzado en el Día del Juicio en
la presencia de todo el Universo.” (San Juan Crisóstomo, Tratado sobre los
sacerdotes, Lib.3)
Oración
para antes de la Confesión:
Señor, iluminadme para
verme a mí mismo tal como Vos me veis y dadme la gracia de arrepentirme,
verdadera y efectivamente de mis pecados. Oh Virgen Santísima ayudadme a hacer
una buena confesión.
Cómo
confesarse:
Antes de más, examine bien su conciencia. En
seguida, diga al sacerdote qué pecados específicos cometió y con la mayor
exactitud posible, cuantas veces los cometió desde la última buena confesión.
Solo es obligado confesar los pecados mortales, visto que puede obtener el
perdón de sus pecados veniales a través de sacrificios y obras de caridad. Si
tuviera duda de si un pecado es mortal o venial, mencione al confesor la duda. Recuérdese
también de que la confesión de pecados veniales, ayuda mucho a evitar el pecado
y avanzar en dirección al Cielo.
Condiciones
necesarias para un pecado mortal:
1.
Materia grave.
2.
Reflexión suficiente.
3.
Pleno consentimiento de la voluntad.
Consideraciones
preliminares:
1.
¿Alguna vez dejé de confesar un pecado grave o conscientemente
disfracé o escondí el tal pecado?
Nota: Esconder deliberadamente un pecado mortal, invalida la confesión y
es igualmente pecado mortal. Recuérdese que la confesión es privada y sujeta a
Sigilo Sacramental, lo que quiere decir es pecado mortal que un sacerdote
revele a quien quiera que sea, la materia de una confesión y si, cualquier
sacerdote hiciere esto, este delito es castigado por la Iglesia, con la
excomunión de este sacerdote.
¿Alguna vez fui irreverente con
este Sacramento, no examinando mi conciencia con el debido cuidado?
¿Alguna vez dejé de cumplir la
penitencia que el sacerdote me impuso?
¿Tengo cualesquiera hábitos de
pecado grave que deba confesar pronto en el inicio (por ejemplo impureza,
alcoholismo, etc.)?
PRIMER
MANDAMIENTO:
Yo soy el
Señor tu Dios. No tendrás dioses extraños delante de Mí. (Incluyendo pecados
contra la Fe, Esperanza y Caridad)
1.¿Descuidé el conocimiento de mi fe, tal como el Catecismo lo
enseña, tal como el Credo de los Apóstoles, los Diez Mandamientos, los Siete
Sacramentos, el Padre Nuestro, etc.?
2. ¿Alguna vez dudé deliberadamente de alguna enseñanza de la
Iglesia, o lo negué?
3. ¿Tomé parte en un acto de culto no católico?
4. ¿Soy miembro de alguna organización religiosa no católica, de
alguna sociedad secreta o grupo anti-católico?
5. ¿Alguna vez leí, con conciencia de lo que hacía, alguna literatura
herética, blasfema o anti-católica?
6. ¿Practiqué alguna superstición (tales como horóscopos,
adivinación, tabla Ouija, espiritismo, magia blanca, magia negra, candomblé,
umbanda, vodoo,…etc.?
7. ¿Omití algún deber o práctica religiosa por respeto humano?
8. ¿Me encomiendo a Dios diariamente?
9. ¿He rezado fielmente mis oraciones diarias?
10. ¿Abusé de los Sacramentos de alguna manera? ¿Los recibí con
irreverencia, como, por ejemplo, la comunión en la mano sin obedecer los
principios y las siete reglas promulgadas por el Papa Pablo VI, como siendo
obligatorias en este caso?
11. ¿Cambié a Dios, a Nuestra Señora, a los Santos, a la Iglesia, a
los Sacramentos o a cualquier cosa santa?
12. ¿Fui culpado de gran irreverencia a la Iglesia, como, por ejemplo,
en conversaciones, comportamiento o el modo como estaba vestido?
13. ¿Fui indiferente en cuanto a Mi fe católica, creyendo que una
persona puede salvarse en cualquier religión o que todas las religiones son
iguales?
14. ¿Presumí en cualquier momento, que tenía garantizada la misericordia
de Dios?
15. ¿Desesperé de la misericordia de Dios?
16. ¿Detesté a Dios?
17. ¿Di demasiada importancia a alguna creatura, actividad, objeto u
opinión?
SEGUNDO
MANDAMIENTO:
No
tomarás el Nombre del Señor tu Dios en vano.
1.
¿Juré en el nombre de Dios, falsamente, impensadamente o en
asuntos triviales o sin importancia?
2.
¿Murmuré o me quejé en contra de Dios (blasfemia)?
3.
¿Me maldije a mi mismo o a otra persona o creatura?
4.
¿Provoqué a alguien a ira, para hacer maldecir o blasfemar a Dios?
5.
¿Quebré una promesa hecha a Dios?
TERCER
MANDAMIENTO:
Recuerda
santificar el Día Domingo
1.
¿Falté a misa en domingo o día de guardar?
2.
¿Llegué atrasado a misa en domingo o día de guardar o salí más
temprano por mi culpa?
3.
¿Hice que otras personas faltaran a misa en domingo o día de
guardar o que salieran más temprano o llegaran más tarde?
4.
¿Estuve distraído a propósito durante la misa?
5.
¿Hice o mandé hacer trabajo servil innecesario en domingo o día de
guardar?
6.
¿Compré o vendí cosas sin necesidad en domingo o día de guardar?
CUARTO
MANDAMIENTO:
Honra a
tu padre y a tu madre
1.
¿Desobedecí a mis padres, les falté al respeto, me descuidé en
ayudarles en sus necesidades o en la compilación de su testamento o me rehusé a
hacerlo?
2.
¿Mostré irreverencia en relación a personas en posición de
autoridad?
3.
¿Insulté o dije mal de los sacerdotes o de otras personas
consagradas a Dios?
4.
¿Tuve menos reverencia para personas de edad?
5.
¿Traté mal a mi esposa o a mis hijos?
6.
¿Fui desobediente a mi marido o le falté al respeto?
7.
Sobre mis hijos:
¿Descuidé sus necesidades materiales?
¿No traté de hacerles bautizar temprano? *
¿Descuidé su educación religiosa correcta?
¿Permití que ellos descuidaran sus deberes religiosos?
¿Consentí que se encontraran o enamoraran sin haber hipótesis de
celebrar matrimonio en el futuro próximo? (San Alfonso propone un año en lo
máximo)
¿Dejé de vigilar las compañías en que andan?
¿Dejé de disciplinarles cuando es necesario?
¿Les escandalicé discutiendo con mi cónyuge en frente de ellos?
¿Les escandalicé diciendo imprecaciones y obscenidades en frente
de ellos?
¿Guardé la modestia en mi casa?
¿Les permití que usaran ropa inmodesta (minifaldas, pantalones
ajustados, vestidos o camisetas ajustados, blusas transparentes, pantalones
cortos muy cortos, trajes de baño muy reveladores, etc.)?
¿Les negué la posibilidad de casarse o de seguir una vocación
religiosa?
*Un niño debe ser
bautizado cerca de una semana o diez días después de su nacimiento.
QUINTO
MANDAMIENTO:
No
matarás
1.
¿Busqué, deseé o apresuré la muerte o el herimiento de alguien?
2.
¿Alimenté odio contra alguien?
3.
¿Oprimí a alguien?
4.
¿Deseé vengarme?
5.
¿Provoqué enemistad entre otras personas?
6.
¿Discutí o luché contra alguien?
7.
¿Deseé mal a alguien?
8.
¿Quise herir o matar a alguien o intenté hacerlo?
9.
¿Me rehúso a hablar con alguien o tengo resentimiento con alguien?
10.
¿Me alegré de la desgracia ajena?
11.
¿Tuve celos o envidia de alguien?
12.
¿Hice o intenté hacer un aborto o aconsejé a alguien que lo
hiciera?
13.
¿Estoy usando el DIU (dispositivo intrauterino) o píldoras del día
siguiente? (practicar el sexo con DIU o píldoras del día siguiente ES
ABORTO!!! Si la mujer quedó embarazada)
14.
¿Mutilé el cuerpo innecesariamente de alguna manera?
15.
¿Consentí pensamientos de suicidio, deseé o intenté suicidarme?
16.
¿Me embriagué o use drogas ilícitas?
17.
¿Comí demás o no como lo suficiente por descuido?
18.
¿Dejé de corregir a alguien dentro de las normas de la caridad?
19.
¿Causé daño al alma de alguien, especialmente niños, dando
escándalo a través del mal ejemplo?
20.
¿Hice mal a mi alma, exponiéndola intencionalmente y sin necesidad
a tentaciones, como programas de TV, música reproblable, playas, etc.?
SEXTO Y
NOVENO MANDAMIENTOS:
No
cometerás adulterio
No codiciarás
a la mujer (hombre) del prójimo
1.
¿Negué a mi cónyuge sus derechos matrimoniales?
2.
¿Practiqué el control de la natalidad (con píldoras, dispositivos,
interrupción)?
3.
Abusé de mis derechos matrimoniales de algún otro modo?
4.
¿Cometí adulterio o fornicación (sexo antes del casamiento)?
5.
¿Cometí algún pecado impuro contra la naturaleza (homosexualidad,
lesbianismo, etc.)?
-----
1.
Toqué o abracé a otra persona de forma impura?
2.
¿Intercambié besos prolongados o apasionados?
3.
¿Practique el intercambio prolongado de caricias?
4.
¿Pequé impuramente contra mí mismo (masturbación)?
5.
¿Consentí en pensamientos impuros o tuve placer en ellos?
6.
¿Consentí en deseos impuros para con alguien o deseé
conscientemente ver o hacer alguna cosa impura?
7.
¿Me entregué conscientemente a placeres sexuales, completos o
incompletos?
8.
¿Fui ocasión de pecado para otros, por usar ropa ajustada,
transparente, corta o de algún modo inmodesta?
9.
¿Hice alguna cosa, deliberadamente o por descuido, que pudiese
provocar pensamientos o deseos impuros en otra persona?
10.
¿Leí libros indecentes o vi figuras obscenas?
11.
¿Vi películas o programas de televisión sugestivos o pornografía
en internet o permití que mis hijos lo vieran?
12.
¿Usé lenguaje indecente o conté historias indecentes?
13.
¿Oí tales historias de buena voluntad?
19. ¿Me jacté
de mis pecados o me deleité en recordar pecados antiguos?
20. ¿Estuve en compañías indecentes?
21.
¿Consentí en miradas impuras?
22. ¿Dejé
de controlar mi imaginación?
23. ¿Recé
inmediatamente para apartar malos pensamientos y
tentaciones?
24. ¿Evité
la pereza y la gula, la ociosidad y las ocasiones de impureza?
25. ¿Fui a
bailes inmodestos o piezas de teatro indecentes?
26. ¿Me quedé solo sin necesidad, en compañía de alguien del sexo
opuesto?
Note bien: No tenga recelo de confesar al sacerdote, cualquier
pecado impuro que haya cometido. No esconda o intente disfrazarlo. El sacerdote
está ahí para ayudar y perdonar. Nada de lo que pueda decir lo escandalizará,
por eso, no tenga miedo, por más avergonzado que esté.
SETIMO Y
DÉCIMO MANDAMIENTO:
No
Robarás
No
codiciarás los bienes del prójimo
1.
¿Robé alguna cosa, qué y cuánto?
2.
¿Dañé la propiedad de otro?
3.
¿Dejé echar a perder, por negligencia, la propiedad de otro?
4.
¿Fui negligente en guardar dinero o bienes de otros?
5.
¿Hice trampas o defraudé a alguien?
6.
¿Jugué en exceso?
7.
¿Me rehusé a pagar alguna deuda o me descuidé en su pago?
8.
¿Adquirí alguna cosa que sabía que era robada?
9.
¿Dejé de devolver alguna cosa que era prestada?
10.
¿Dañé a mi patrón, no trabajando como se esperaba de mí?
11.
¿Fui deshonesto con los salarios de mis empleados?
1.
¿Rehusé a ayudar a alguien que necesitaba urgentemente de auxilio
o me descuidé en hacerlo?
2.
¿Dejé de restituir lo que robé o obtuve por embuste o fraude?
(pregunte al sacerdote cómo puede restituir, o sea, devolver al legítimo dueño,
lo que le robó?
3.
¿Tuve envidia de alguien por tener lo que no tengo?
4.
¿Codicié los bienes de alguien?
5.
¿He sido avaro?
6.
¿He sido ambicioso y envidioso, dando demasiada importancia a los
bienes y comodidades materiales? ¿O mi corazón se inclina más para las
posesiones terrenas o para los verdaderos tesoros del Cielo?
OCTAVO
MANDAMIENTO:
No
levantarás falso testimonio contra tu prójimo
1.
¿Mentí a respecto de alguien (calumnia)?
2.
¿Mis mentiras causaron a alguien daños materiales o espirituales?
3.
¿Hice juicios temerarios, respecto a alguien (esto es, creí
firmemente, sin pruebas suficientes, que el prójimo era culpable de algún
defecto moral o crimen)?
4.
¿Dañé el nombre de alguien, revelando faltas auténticas, pero
ocultas (maledicencia, difamación, etc.)
5.
¿Cometí injuria o contumelia, esto es; dañé injustamente la honra
del prójimo en su presencia?
6.
¿Cometí detracción, esto es, dañé injustamente la fama del prójimo
ausente?
7.
¿Revelé los pecados de otra persona?
8.
¿Fui culpado de hacer intrigas (esto es, de contar algunas cosas
desfavorables que alguien dice de otra persona, para crear enemistad entre
ellas)?
9.
¿Di crédito o apoyo a la divulgación de escándalos sobre mi
prójimo?
10.
¿Juré en falso o firmé documentos falsos?
11.
¿Soy crítico o negativo sin necesidad o falto a la caridad en mis
conversaciones?
12.
¿Lisonjeé a otras personas, e.g., alabándolas fingidamente, para
obtener así algún provecho?
Las obras
de Misericordia, espirituales y corporales
¿Me descuidé de en el
cumplimiento de las obras siguientes, cuando las circunstancias me lo pedían?
Las siete
obras de Misericordia espirituales
1 Corregir
a los que erran.
2 Enseñar a
los ignorantes.
3 Dar buen
consejo.
4 Consolar
a los tristes.
5 Sufrir
con paciencia las debilidades del prójimo.
6 Perdonar
las injusticias por amor a Dios.
7 Rogar a Dios por los vivos y por los difuntos.
Las siete
obras de Misericordia corporales
1 Dar de
comer la que tiene hambre.
2 Dar de
beber al que tiene sed.
3 Vestir a
que está desnudo.
4 Visitar y
rescatar a los cautivos.
5 Dar
posada a los peregrinos
6 Visitar a
los enfermos.
7 Enterrar
a los muertos.
Los siete
pecados capitales y las virtudes opuestas
1 Soberbia
Humildad
2 Avaricia
Liberalidad
3 Lujuria
Castidad
4 Ira
Paciencia
5 Gula
Templanza
6 Envidia
Caridad
7 Pereza
Diligencia
Los cinco
efectos del orgullo
1 Vanagloria a., jactancia
b. Sigilo/Duplicidad
2 Ambición
3 Desprecio de otros
4
Ira/Venganza/Resentimiento
5 Testarudez/obstinación
Nueve
maneras de ser cómplice del pecado de otro
A ¿Alguna
vez hice que otros pecaran?
B ¿Alguna
vez cooperé en los pecados de otro?
1 ¿Aconsejando?
2 ¿Mandando?
3 ¿Consintiendo?
4 ¿Provocando?
5 ¿Lisonjeando?
6 ¿Ocultando?
7 ¿Compartiendo?
8 ¿Silenciando?
9 ¿Defendiendo el mal
hecho?
Los
cuatro pecados que gritan a los Cielos
1 Homicidio voluntario
2 El pecado de sodomía o
lesbianismo
3 La opresión de los
pobres, huérfanos y viudas
4 No pagar el salario
justo a quien trabaja
Los cinco
Mandamientos de la Iglesia
1 ¿Participé de la misa
entera los domingos o días de guardar?
2 ¿Cumplí el ayuno y la abstinencia los días prescritos y guardé
el ayuno eucarístico?
3 ¿Me confesé por lo menos una vez al año?
4 ¿Recibí la Sagrada Eucaristía por lo menos una vez al año en la
estación de la Pascua de Resurrección?
5 ¿Contribuí, tanto como puedo, para el apoyo de la Iglesia?
Y también:
¿Observé las leyes de la Iglesia sobre el matrimonio, o sea, en
cuanto al matrimonio en presencia de un sacerdote o en el caso de un matrimonio
con un pariente o un no católico?
Las cinco
blasfemias contra el Inmaculado Corazón de María
1 ¿Blasfemé contra la Inmaculada Concepción?
2 ¿Blasfemé contra la Virginidad Perpetua de Nuestra Señora?
3 ¿Blasfemé contra la Maternidad Divina de Nuestra Señora?
4 ¿Dejé de reconocer a Nuestra Señora como Madre de todos los
hombres?
5 ¿Intenté públicamente sembrar en los corazones de los niños,
indiferencia o desprecio o así mismo odio, en relación a su Madre Inmaculada?
6 ¿La ultrajé directamente en Sus santas imágenes?
Finalmente:
Recibí la Sagrada Comunión en estado de pecado mortal? (Este es un
sacrilegio muy grave)
El examen
de los pecados veniales de San Antonio María Claret
El alma debe evitar todos los pecados veniales, especialmente los
que abren camino al pecado grave. Oh alma mía, no basta desear firmemente,
antes sufrir la muerte que cometer un pecado grave. Es necesario tener
resolución semejante, en relación al pecado venial. Quién no encuentra en sí
esta voluntad, no puede sentirse seguro.
No hay nada que nos pueda dar tal certeza de salvación eterna de
que una preocupación constante en evitar el pecado venial, por insignificante
que sea, y un celo decidido y general, que alcance todas las prácticas de la
vida espiritual, celo en la oración y en las relaciones con Dios, celo en la
mortificación y en la negación de los apatitos, celo en obedecer y en renunciar
a la propia voluntad, celo en el amor de Dios y del prójimo. Para alcanzar este
celo y conservarlo, debemos querer firmemente evitar siempre los pecados
veniales, especialmente los siguientes:
1.
El pecado de dar entrada en el corazón, cualquier sospecha no
razonable u opinión injusta respecto al prójimo.
2.
El pecado de iniciar una conversación sobre los defectos del otro
o de faltar a la caridad de cualquier otra manera, aunque sea levemente.
3.
El pecado de omitir, por pereza, nuestras prácticas espirituales o
de cumplirlas con negligencia voluntaria.
4.
El pecado de mantener un afecto desordenado por alguien.
5.
El pecado de tener demasiada autoestima por sí mismo o de
demostrar satisfacción vana, por cosas que nos dicen al respecto.
6.
El pecado de recibir los Santos Sacramentos de forma descuidada,
con distracciones y otras irreverencias y sin preparación seria.
1.
Impaciencia. Resentimiento, rechazo en aceptar decepciones, como
venidas de la Mano de Dios, porque esto pone obstáculos en los caminos de los
decretos y disposiciones de la divina Providencia, en cuanto a nosotros.
2.
El pecado de proporcionarnos una ocasión que pueda, aunque
remotamente, manchar una condición inmaculada de la santa pureza.
3.
El pecado de esconder a propósito nuestras malas inclinaciones,
flaquezas y mortificaciones auto impuestas, de quién debería saber de ellas,
queriendo seguir el camino de la virtud, de acuerdo con los caprichos
individuales y no según la dirección de la obediencia. (Nota: Hablase aquí de
situaciones en que encontramos aconsejamiento digno, si lo buscamos, pero
nosotros, a pesar de eso, preferimos seguir nuestras propias luces, no obstante
flojas.
Oración para una buena confesión:
Mi Dios, por causa de mis pecados graves, crucifiqué de nuevo a tu
Divino Hijo y me burlé de El. Por esto soy merecedor de vuestra cólera y me
expongo al fuego del infierno. Y cuánto fui ingrato con voz, mi Padre del
Cielo, que me creaste de la nada, me redimiste por la preciosísima sangre de
Vuestro Hijo y me santificaste por Vuestros santos Sacramentos y por el
Espíritu Santo. Más Vos me salvaste por Vuestra misericordia, para que yo
pudiese hacer esta confesión. Recibidme, pues, como Vuestro hijo pródigo y
dadme la gracia de una buena confesión, para que pueda recomenzar a amaros de
toso corazón y toda mi alma y para que pueda, a partir de ahora, cumplir
Vuestros Mandamientos y sufrir con paciencia, los castigos temporales, que
puedan caer sobre mí. Espero, por Vuestra bondad y poder, obtener la vida
eterna en el Paraíso. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.
Nota final
Acuérdese de confesar los pecados, con arrepentimiento
sobrenatural, teniendo una resolución firme de no volver a pecar y de evitar
situaciones que lleven al pecado. Pida a su confesor, que lo ayude a superar,
alguna dificultad que tenga en hacer una buena confesión. Cumpla prontamente su
penitencia.
Acto de contrición
Dios mío, porque sois infinitamente bueno y Os amo de todo
corazón, me pesa de haberte ofendido y con el auxilio de Vuestra divina gracia,
propongo firmemente enmendarme y nunca más Volveros a ofender. Pido y espero,
el perdón de mis culpas, por Vuestra infinita misericordia. Amén.